El joven Hegel y su contexto

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EI pensamiento de Hegel se formó en los años que van de 1792 a 1807, una épocacaracterizada por una ruptura que atravesó todos los dominios de la vida social. Experimentó su expresión más condensada en el campo de la política con la Revolución francesa (1789) y la convulsiones que la siguieron, hasta la ocupación de amplias regiones de Europa por las tropas de Napoleón. También el despliegue de su sistema tuvo lugar en años de agitación política, y la cercanía temporal de su muerte (1831) a la revolución de julio en Francia (1830) tiene, a la vez, una cierta fuerza simbólica: su pensamiento cae dentro de un tiempo que discurre entre revoluciones.

Recodar sólo a éstas resultaría, sin embargo, muy unilateral: el «sello del tiempo» reside más bien en la lucha entre Revolución y Restauración, que no afectó a Alemania menos que al país de origen de esta lucha, Francia: en esta época tiene lugar la disolución del imperio germánico» (1802) y la consiguiente reordenación política de Alemania, llevada a cabo, en parte por Napoleón, y en parte, después de su derrota, por el Congreso de Viena (1815). Ciertamente, tal reordenación estuvo más marcada por la continuidad que la evolución francesa; pero los Estados que surgieron de ella eran marcadamente diferentes de los de la época prerrevolucionaria, aunque la mayoría de ellos no se basaran en una Constitución escrita.

Sin embargo, simultáneamente a su decadencia, el dogmatismo cobró impulso en otra figura. Friedrich Heinrich Jacobi había relatado, en su escrito Sobre la doctrina de Spinoza, acerca de una conversación con Lessing, de la cual se desprende que éste, en sus últimos días, «habría sido un spinozista decidido». Pero la intención de Jacobi de probar que toda filosofía demostrativa, racionalista desembocaba —quisiéralo o no— en el determinismo, el fatalismo y, en última instancia, en el ateísmo, y que por esa razón debía ser abandonada, tuvo el efecto histórico contrario: en lugar de salvar en la interioridad de la fe el pensamiento de Dios, amenazado por el mecanicismo del pensar demostrativo, ayudó al renacimiento de la filosofía de Spinoza, anatematizada hasta entonces corno prototipo de panteísmo. Son estas y otras fuerzas más las que gravitan en la órbita del pensamiento del Joven Hegel.

En este curso abordaremos este periodo juvenil de Hegel, tanto en su contexto filosófico como histórico y político, en el sentido de comprender la reacción del Joven ante los problemas más importantes de la Modernidad, un Hegel que se esfuerza por comprender las contradicciones internas de la misma y que ve, poco a poco, en la filosofía, la posibilidad de resolverlas, de sintetizarlas. Veremos cómo se van modificando los intereses del joven Hegel desde su ingreso al Seminario de Tübingen en 1780, y pasaremos por los periodos donde trabaja como preceptor, tanto en Berna como en Frankfurt, hasta su llegada a Jena en 1801, donde comienza a formular su pensamiento filosófico propio y original con la publicación de la Fenomenología del Espíritu en 1806. En este inter Hegel tendremos presentes en el curso los llamados “Escritos teológicos de Juventud”, el escrito Sobre la diferencia entre los sistemas de  Fichte y Schelling y el artículo publicado en el Kritisches Journal der Philosophie titulado: “Fe y Saber”.

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