Análisis del Estado y la Violencia

A lo largo de la historia política y social la violencia ha sido un factor latente en todos los conflictos sociales o políticos. La política trata de organizar las relaciones entre individuos y grupos sociales con el fin de pacificar los conflictos inherentes a la vida en sociedad, pero al mismo tiempo es un campo de batalla donde se enfrentan para la conquista, el ejercicio y la conservación del poder.

Tanto la autoridad del Estado como la capacidad reivindicativa de las diversas organizaciones políticas y sociales se mantienen por la amenaza constante del uso de la violencia física como razón última del juego político. Es por ello por lo que la política debe ser el instrumento dirigido para canalizar las situaciones de conflicto en una sociedad a través del empleo de la fuerza y no de la violencia. El Estado contemporáneo como monopolizador del uso de la violencia se ha reforzado y profesionalizado constantemente en los ámbitos de la prevención y la coacción, añadiendo a sus prácticas de administración otros mecanismos de delimitar a la violencia.

A su vez, la violencia ha sufrido un proceso de creciente racionalización y cálculo para asegurar su eficacia, nadie dudará que, en algunas ocasiones, el uso prudente de la violencia haya permitido la consecución de objetivos sociales y políticos de forma más rápida que el empleo disruptivo de ella. Sin embargo, como parte de una estrategia política de conquista o conservación del poder, la aplicación abusiva o indiscriminada de la violencia puede causar efectos contraproducentes. Este carácter ambivalente de la violencia, como factor oficialmente marginado y al mismo tiempo como recurso, abre el debate sobre los usos legítimos o ilegítimos de ella.

$1,300.00Añadir al carrito