Edmund Husserl y su contexto

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Edmund Husserl, fundador de la fenomenología, en 1910.

Edmund Husserl nació en 1859 en Moravia, parte del Imperio austriaco, hoy la República Checa. Para cuando se empezó a interesar en la filosofía, Husserl ya había terminado su doctorado en matemáticas pura; había estudiado astronomía en la Universidad de Leipzig en 1876 donde aprendió de matemáticas y física; también recibió algunas clases de filosofía por parte del padre de la psicología, Wilhelm Wundt, de quien no recibió mucha influencia. En 1878 Husserl se muda a Berlín para estudiar matemáticas con una de sus mayores influencias, Karl Weierstrass, donde se interesó en el análisis aritmético. Sin embargo, la principal influencia que recibió Husserl en la filosofía fue la que recibió entre los años 1884 y 1886 en la Universidad de Viena por parte de Franz Brentano, cuyas enseñanzas están presentes dentro de los fundamentos del proyecto de la fenomenología (Moran 69-70).

Para 1884, año donde Husserl y Brentano se conocieron, el Imperio Austriaco se había unido con el Imperio húngaro bajo la monarquía de Franz Joseph I desde 1867. El Imperio había formado la Triple Alianza con el Imperio alemán e Italia. Tras el compromiso austrohúngaro, Viena se convirtió en un centro cultural e industrial de gran importancia mundial y logró el estatus de una meca artística y filosófica.

Influencias de Husserl

Durante esa década coincidían tres movimientos culturales. El romanticismo se encontraba ya en su época tardía, tanto en la literatura como en la pintura, los y las artistas se habían ya desplazado a otras corrientes; en la música, cuyos movimientos solían tener un retraso de un par de décadas, figuras importantes como Wagner o Liszt se encontraban ya en sus últimos años de vida. En su lugar, aparecieron otros compositores como Músorgski, Sibelius, o Dvořák, que exaltaban los temas nacionalistas de diversas regiones europeas y se oponían a la hegemonía de la escuela vienesa. El nacionalismo musical se identifica con la corriente artística del realismo que, influenciada por el positivismo, se enfocaba en retratar la realidad tal como era. Paralelamente, en Francia estaba tomando fuerza su movimiento artístico original, el impresionismo, que abrió el camino para los movimientos de vanguardia.

Franz Brentano, maestro y principal influencia de Husserl

Brentano fue una de las figuras fundadoras de la recién ciencia de la psicología, aunque con una postura distinta a la de Wundt. En lugar de fundamentar la psicología desde los aspectos fisiológicos de los actos mentales, Brentano buscaba describir los fenómenos psíquicos en sí mismos, proponía una psicología descriptiva concebida como “una ciencia a priori de las leyes de lo mental” (8). Tanto Husserl como Brentano criticaban el psicologismo, sin embargo, este último admiraba a los pensadores de la escuela empirista como Hume y Mill y los positivistas, especialmente a Auguste Comte (35). A pesar de ello, Brentano fue más un filósofo de corte aristotélico-tomista; sus aportes más originales tienen que ver con la inversión de la prioridad sustancia-accidente que lo lleva a posicionarse en un reísmo metafísico[1], la revisión de la lógica aristotélica, y la recuperación del concepto escolástico de intencionalidad, el cual es clave en la comprensión de la fenomenología. Brentano concebía a la psicología como “una renovación de la pregunta sobre la naturaleza del alma trabajada inicialmente de el De anima de Aristóteles” (23).

El proyecto fenomenológico de Husserl continua el trabajo de las escuelas filosóficas anteriores resolviendo sus principales problemáticas. Se basa en el trabajo de empiristas, racionalistas, idealistas, positivistas, e incluso realistas, pero al mismo tiempo propone una forma nueva y radicalmente distinta de hacer filosofía.

Fuentes Citadas

Moran, Dermot. Introducción a la fenomenología, Anthropos, España, 2011.


[1] El reísmo metafísico es una “doctrina que sostiene que sólo existen las cosas individuales, negando la existencia de universales, especies, e incluso propiedades” (Moran 25). Brentano, le da mayor prioridad al accidente que a la sustancia ya que la primera es la que tiene existencia concreta en el mundo real, lo que lo hace sostener la postura de que sólo existen las entidades particulares y no las ideales.

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